¿Cómo cambia la felicidad a lo largo de la vida?

¿Sabías que nuestra felicidad cambia con el tiempo? Un grupo de científicos se hizo esta pregunta y decidió investigar cómo las personas sienten su bienestar en diferentes etapas de la vida. Hoy te contamos lo que encontraron de forma clara y sencilla.

¿Qué investigaron los científicos?

Un equipo de expertos, liderado por Susanne Buecker y sus colegas, estudió cómo cambia la «felicidad subjetiva». Esto es básicamente cómo se siente cada persona con su vida. Revisaron muchos estudios grandes donde las personas habían sido entrevistadas varias veces durante años, para ver cómo sus niveles de felicidad cambiaban.

Este tipo de investigación se llama una «revisión meta-analítica». Es como juntar piezas de diferentes rompecabezas para ver el cuadro completo. Ellos estudiaron cómo la felicidad cambia desde la niñez hasta la vejez.

¿Qué encontraron?

Lo más interesante es que la felicidad no es una línea recta. Cambia dependiendo de la etapa de la vida. Aquí hay algunos puntos clave de lo que descubrieron:

  1. Infancia y juventud:
    En general, los niños y jóvenes suelen ser bastante felices. Esto tiene que ver con el tiempo de juego, menos responsabilidades y el apoyo familiar.
  2. Adultez temprana:
    Cuando las personas entran a la universidad o comienzan a trabajar, su felicidad puede bajar un poco. Las nuevas responsabilidades, como pagar cuentas o buscar estabilidad, pueden ser un desafío.
  3. Adultez media:
    Durante esta etapa (alrededor de los 30 o 40 años), las personas suelen enfrentarse a mucho estrés: criar hijos, trabajar o cuidar a sus padres mayores. Esto puede hacer que la felicidad disminuya un poco.
  4. Vejez:
    Algo sorprendente es que, a medida que las personas envejecen, tienden a sentirse más felices otra vez. Esto puede ser porque se enfocan más en lo que realmente importa, como disfrutar el presente o pasar tiempo con sus seres queridos.

¿Por qué cambia la felicidad?

La felicidad cambia porque nuestras prioridades cambian. Cuando somos jóvenes, queremos explorar y probar cosas nuevas. En la adultez, nos preocupamos por tener éxito y cuidar de los demás. Más tarde, valoramos la tranquilidad y el tiempo con nuestros seres queridos. Cada etapa tiene sus retos y alegrías únicas.

¿Qué podemos aprender?

Este estudio nos enseña que no importa si en algún momento de la vida te sientes menos feliz, ¡es normal! La felicidad va y viene, pero siempre hay formas de mejorar cómo te sientes. Pasar tiempo con amigos, cuidar de tu salud y disfrutar las pequeñas cosas de la vida pueden ayudarte en cualquier etapa.

Buecker, S., Luhmann, M., Haehner, P., Bühler, J. L., Dapp, L. C., Luciano, E. C., & Orth, U. (2023). The Development of Subjective Well-Being Across the Life Span: A Meta-Analytic Review of Longitudinal Studies. Psychological Bulletin. https://doi.org/10.1037/bul0000401

Etimología de la palabra «felicidad» en los diez idiomas más hablados del mundo

A continuación, detallo la etimología de la palabra «felicidad» en los diez idiomas más hablados del mundo, considerando el número de hablantes nativos y su influencia global. El análisis incluye la raíz histórica de cada término y su evolución en el tiempo.

1. Español: Felicidad

  • Etimología: Deriva del latín felicitas, que a su vez proviene de felix, que significa «fértil», «productivo» o «afortunado». El sufijo -itas indica cualidad o estado. En la Antigua Roma, la palabra felicitas hacía referencia tanto a la buena suerte como a la prosperidad y la satisfacción personal.
  • Evolución: En español, se mantiene la idea de satisfacción y estado de bienestar.

2. Inglés: Happiness

  • Etimología: Proviene del inglés medio hap, que significa «suerte» o «casualidad», derivado del nórdico antiguo happ, que tiene el mismo significado. El sufijo -ness indica un estado o condición. Originalmente, happiness hacía referencia a la buena fortuna o lo que sucedía por azar.
  • Evolución: Con el tiempo, la palabra pasó a describir una emoción positiva o un estado de bienestar más relacionado con la satisfacción interna que con la suerte externa.

3. Chino: 幸福 (Xìngfú)

  • Etimología: El carácter (xìng) significa «suerte» o «buena fortuna», mientras que (fú) hace referencia a «bendición» o «prosperidad». En conjunto, 幸福 denota un estado de bendición o felicidad afortunada.
  • Evolución: En la antigua cultura china, la felicidad estaba estrechamente ligada a la buena suerte, la prosperidad y el bienestar colectivo.

4. Hindí: ख़ुशी (Khushī)

  • Etimología: Proviene del persa khush, que significa «agradable» o «feliz». En la India medieval, el término fue adoptado por varias lenguas, incluida la hindí, para expresar el concepto de alegría o felicidad.
  • Evolución: La palabra khushī se ha mantenido relativamente estable, manteniendo el sentido de alegría y contento.

5. Árabe: سعادة (Sa‘āda)

  • Etimología: Deriva de la raíz árabe s-‘-d (س ع د), que está asociada con los conceptos de «felicidad» y «suerte». En árabe clásico, sa‘āda se refiere a un estado de felicidad bendecido o a la buena fortuna.
  • Evolución: La palabra conserva sus raíces profundas en el bienestar espiritual y material.

6. Portugués: Felicidade

  • Etimología: Al igual que en español, proviene del latín felicitas y de felix, con el mismo significado de «afortunado» o «próspero». Se comparte la misma raíz etimológica que el español, ya que ambos idiomas evolucionaron del latín vulgar.
  • Evolución: En portugués, mantiene el significado de un estado de bienestar y alegría.

7. Bengalí: সুখ (Sukh)

  • Etimología: Proviene del sánscrito sukha, donde su- significa «bueno» y -kha significa «espacio», relacionado metafóricamente con una vida cómoda o placentera. El término ha sido parte del bengalí durante siglos, con un enfoque en el bienestar físico y emocional.
  • Evolución: El concepto en bengalí está muy ligado a la satisfacción interna y la tranquilidad.

8. Ruso: Счастье (Schast’ye)

  • Etimología: Deriva del protoeslavo sъčęstьje, compuesto por (con) y čęstь (parte, suerte), que literalmente significa «con suerte» o «tener una parte afortunada». En el ruso moderno, ha evolucionado para referirse al estado de alegría o felicidad.
  • Evolución: En su forma actual, счастье se refiere a un estado subjetivo de bienestar y dicha.

9. Japonés: 幸福 (Kōfuku)

  • Etimología: Similar al chino, (kō) significa «suerte» o «felicidad», y (fuku) se refiere a «prosperidad» o «bendición». Este término está profundamente enraizado en la cultura confuciana y budista de Japón.
  • Evolución: El término kōfuku sigue vinculado a una combinación de buena suerte y bienestar general.

10. Francés: Bonheur

  • Etimología: Deriva del francés antiguo bon heur, que significa «buena fortuna». Bon significa «bueno», y heur proviene del latín augurium, que significa «suerte» o «presagio». Originalmente, el término se refería a tener buena suerte.
  • Evolución: Aunque en sus orígenes estaba más relacionado con la fortuna, bonheur ahora denota un estado de felicidad o alegría interna.

Conclusión:

La etimología de la palabra «felicidad» varía considerablemente entre idiomas, reflejando las diferencias culturales en cómo se concibe este estado. En muchos casos, el concepto está estrechamente ligado a la idea de buena suerte o fortuna (happiness, felicidad, bonheur), mientras que en otras lenguas como el bengalí o el japonés, se centra más en el bienestar interno y la tranquilidad (sukh, kōfuku). Estas variaciones muestran que la felicidad no es solo un estado emocional, sino un reflejo de las experiencias y valores culturales de cada sociedad.

Una mente errante es una mente infeliz

En 2010, los psicólogos Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert, de la Universidad de Harvard, publicaron en la revista Science un artículo titulado «A Wandering Mind Is an Unhappy Mind» («Una mente errante es una mente infeliz»).

En su estudio, descubrieron que las personas pasan casi la mitad de su tiempo de vigilia (alrededor del 46.9%) pensando en cosas distintas a lo que están haciendo en el momento.

Para llegar a esta conclusión, desarrollaron una aplicación para iPhone que contactaba a los participantes en momentos aleatorios del día, preguntándoles sobre su nivel de felicidad, en qué actividad estaban involucrados y si su mente estaba enfocada en dicha actividad o divagando hacia otros pensamientos (agradables, neutros o desagradables).

Los resultados mostraron que las personas son más felices cuando su mente está concentrada en la actividad presente, independientemente de cuál sea, y que la divagación mental suele asociarse con una menor felicidad.

Este estudio sugiere que mantener la atención en el momento presente podría ser clave para mejorar nuestro bienestar emocional.

Para una explicación más visual y detallada, puedes ver el siguiente video:

Una mente errante es una mente infeliz